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El desarrollo de las corrientes de Ergonomía en Estados Unidos y Europa Occidental ha sido diferente, a continuación hablaremos de cada una de ellas.

La corriente americana de los factores humanos es la más antigua focalizándose en las características anatómicas, fisiológicas y psicológicas del hombre. Esta corriente nació en Estados Unidos durante las guerras pues la selección de personal y la formación para el uso de máquinas bélicas ya no eran suficientes, por lo que se trató de adaptar la máquina al hombre. Su enfoque es de carácter normativo estableciendo los límites por encima de los cuales pueden causar daños a la salud humana. Para establecer tales límites, estudia al hombre principalmente en el laboratorio obteniéndose una cantidad considerable de datos cuantitativos. A título de ejemplo, los ergonomos han estudiado las características antropométricas (ej. la medición de los diferentes segmentos corporales), el esfuerzo muscular (ej. el consumo de oxígeno y el ritmo cardíaco como indicadores del gasto de energía), la influencia del ambiente físico (ej. calor, frío, ruido), las características psicofisiológicas (ej. la vista y el rendimiento visual en tareas de vigilancia), etc. Los sujetos que han participado en los estudios de laboratorio son por lo general estudiantes por su disponibilidad y costos menores en comparación a los trabajadores. En algunos casos, pueden ser los propios usuarios.

En lo que concierne a esta corriente, encontramos información por ejemplo, sobre el peso máximo de una carga que un hombre puede levantar, el nivel máximo del ruido que puede estar expuesto una persona durante un determinado tiempo de exposición, la altura a la cual debe estar la pantalla de la computadora, la altura de la mesa de trabajo si se realiza una tarea de precisión, etc. Es así que es posible diseñar dispositivos tecnológicos tomando en cuenta las características y limitaciones de las personas permitiendo “la adaptación de la máquina al hombre” respetando los límites.

Por otro lado, la corriente europea basada en el “análisis de la actividad” agrupa a países de lengua francesa, distinguiendo dos nociones: la tarea (lo que la empresa pide hacer al trabajador) y la actividad (lo que el trabajador hace en las condiciones reales). Esto se debe a que el trabajador no se limita a cumplir los procedimientos al pie de la letra. Por ejemplo, una secretaria de consultorio que recepciona a pacientes, debe coordinar previamente las citas, pero si su jefe no respeta las horas de atención y agrega a otros pacientes a la lista, hace que ella tenga que lidiar con los pacientes que se enojan por no ser atendidos a la hora señalada. Otro ejemplo, una señorita de limpieza de un condominio debe subir el balde de agua y otros materiales de limpieza por el ascensor pero este sistema de transporte está a veces malogrado por la falta de mantenimiento, entonces ella debe solicitar apoyo al portero para subir sus materiales por la escalera.

En efecto, observamos que la tarea y la actividad son diferentes debido a una serie de variabilidades, aquí usted puede preguntarse: ¿se limita hacer lo que dice su contrato o hace más que eso para llegar a sus objetivos de producción? Lo más probable es que su respuesta sea la segunda. De este hecho, la ergonomía francófona estudia al hombre en su propio lugar de trabajo por medio de observaciones y entrevistas obteniendo datos cuantitativos y cualitativos con el objetivo de comprender “lo que realmente hace la persona” y transformar las condiciones laborales a nivel técnico, organizacional y/o humano. De este modo, las soluciones van construyéndose con y para los trabajadores bajo un enfoque participativo e integral.

Finalmente, ambos enfoques se complementan y deben permitir comprender las situaciones vividas por los trabajadores afín de plantear soluciones adaptadas al contexto. En el Perú, la ergonomía aún está en pleno desarrollo y termino con la frase de nuestro querido poeta Cesar Vallejo: “hay, hermanos muchísimo que hacer".

Carolina Ullilen

Fuente: 
Montmollin (1996). L’Ergonomie. Éditions La Découverte, Paris. 
Montmollin (1998). “Introducción a la ergonomía”. Editorial Limusa, México.