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¿Quién es el mejor pasador de balón en la Premier League? Cuando se trata de centrocampistas, lo más probable es que haya una sola respuesta correcta: Kevin De Bruyne, jugador del Manchester City. Sus precisos pases aumentan la posibilidad de anotar un gol por su equipo. Sus pases rompen las líneas de la defensa y son recibidos cerca de la portería a puerta del gol.  La cantidad de jugadores oponentes sacados por ese pase, es lo que le hace tan valiosa la jugada y al propio jugador. Kevin De Bruyne ocupo el 3er lugar en las votaciones del Ballon d'Or 2022 entregado en París a los mejores jugadores del mundo.

De Bruyne engrana la máquina goleadora del City, pues golpea la pelota con ambos pies. El belga realiza diferentes movimientos y, es un gran pasador y centrador. Sabe driblear, realiza tiros a distancia y es confiable en táctica, maniobrando la pelota de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, frente a cualquier arquero. Debido a su propia naturaleza del juego, el jugador realiza movimientos bruscos y continuos del cuerpo, lo cual le ocasiona lesiones importantes. Una lesión en una parte del cuerpo que no es fácil de sanar, requiere atención especializada.

Kevin De Bruyne ha sufrido gran cantidad de lesiones, como se muestra en el historial de abajo. Durante su carrera profesional, el futbolista ha jugado muchos partidos, con algún tipo de lesión, habiendo retornado en corto tiempo sin lograr su total recuperación. Se le vio con hielo en la parte del tobillo después de ser retirado contra Portugal en los octavos de final de la Eurocopa 2021. No perdió tiempo y, jugo los cuartos de final contra Italia durante 90 minutos, teniendo un desgarro ya en los ligamentos del tobillo, perdiendo el encuentro y la Eurocopa. Después pago el precio en la pretemporada con su equipo de Manchester City, no siendo considerado en los primeros partidos de la temporada.

Tabla. Lesiones de Bruyne (Fuente: www.transfermarkt.pe)

El jugador ignorando las características de su cuerpo, siguió con su actividad física incasablemente. Después de miles de horas de juego con su equipo, el futbolista en la actualidad ya no es capaz de terminar los 90 minutos de juego debido a la disminución de la capacidad de ciertos músculos de los que dependía su equilibrio. Kevin De Bruyne tuvo que retirarse de la final de la Champions League 2023 debido a una lesión muscular en los isquiotibiales de una de sus piernas. Intentó continuar en el partido, pero el dolor era muy intenso, por lo tanto, el técnico Pep Guardiola eligió reemplazarlo por su compañero Phil Foden a los 36 minutos del primer tiempo.

Fuente: wwww.clarin.com

De Bruyne ya con sus 32 años, se ha visto obligado a prestar atención a la preparación física, siendo su recuperación con mayor retraso a medida que avanza su edad. El intento de continuar el juego sin una recuperación adecuada, ha sido de poco valor, ya que el belga dura poco tiempo en el partido de las finales frente a una multitud que espera ver su magia. Su técnico Guardiola ha confirmado que De Bruyne estará de baja en el 2024: "Tiene una lesión en el tendón de la corva”.

• Reflexión sobre la biomecánica del cuerpo:

El cuerpo es una verdadera máquina de movimientos. Los mecanismos que nos permiten movernos son casi perfectos, ya que contamos con huesos fuertes, músculos fibrosos, y articulaciones flexibles para poder saltar, driblear, caminar, correr y movernos. Siendo importante que el cerebro sea estimulado apropiadamente con el fin de mover el sistema músculo esquelético de manera coordinada.            

El cuerpo es consciente cuando un determinado músculo no es capaz de realizar su función, tomando prestado a otros músculos. Empujado por esa necesidad de moverse, el cuerpo improvisa o se adecúa para seguir moviéndose. Los músculos prestados no están diseñados para tal función y, no disponen de la fuerza y habilidad apropiada y, se alteran más facilmente. Con el tiempo, el cuerpo se “disloca” y se lesiona.

El dolor músculo-esquelético crónico es una manera de comunicarnos, y es por lo general incurable: viene y se va, y después regresa. Aquí, debemos tener en cuenta que:

• Nuestra renuencia a considerar y valorar los mensajes del cuerpo nos conduce a frenar los mecanismos que protegen nuestra salud, desconsiderando el dolor.  Estos mensajes, tratamos de eliminarlos rápidamente con analgésicos, protectores, cirugías y paliativos.
• El dolor obliga a detenerse. Nos dice que tratemos de dejarlo todo para arreglar de inmediato lo que está mal. Por ejemplo, una rodilla lastimada a la larga inmoviliza al individuo y pone en marcha una serie de eventos fisiopatológicos, manifestando quejas como “no puedo caminar”, “no puedo dormir” y, que más tarde tal vez se atribuyen al género, la edad, los genes o las enfermedades.  Debemos de evitar tratar al sistema musculoesquelético como una máquina inacabable, pues hay que apreciar su indispensable rol a la par de los sistemas cardiorrespiratorio, digestivo, sanguíneo e inmunológico.
• Cada uno de nosotros vive su propio “ecosistema” de salud, y actúa consciente o inconscientemente en el accionar de las diferentes partes del cuerpo humano. Con el tiempo, nuestro sentido cinestésico puede detectar una o varias lesiones, ya que tenemos una capacidad funcional que va deteriorándose progresivamente. Sin darnos cuenta que de un día para otro, ya no podemos activar nuestro cuerpo como veníamos haciéndolo.

El sistema músculo-esquelético permite dar estabilidad y movilidad al cuerpo, y no está predispuesto fácilmente a someterse al consumo de medicinas, cirugías u otras formas de intervención. Todo lo que requiere es movimientos acordes con su requerimiento para el cual fue diseñado. La ecuación básica es “movimiento + diseño = función”.

La mayoría de las “curas” limitan el movimiento del cuerpo. Los músculos se debilitan aún más; incluso una cantidad limitada de movimientos termina por resultar excesiva, ya que retorna el dolor con facilidad. Si bien una cirugía en una parte del cuerpo suprime una serie de síntomas, las verdaderas causas biomecánicas pueden seguir sin resolverse, ya que se continúa ejerciendo tensión en los músculos.

La medicina moderna nos lleva a silenciar la advertencia que el dolor emite a gritos. No obstante, ese timbre de alarma sigue vigente. El silencio artificial perjudica al sistema músculo-esquelético, ya que éste es fuerza, movilidad, destreza y satisfacción.

Finalmente, la búsqueda de recuperación puede ser un proceso difícil por la presencia de continuas lesiones. A diferencia de nuestros antepasados, en la actualidad, podemos inmovilizarnos y permanecer varias horas sentados, llegando a considerar al movimiento como algo opcional y de poco valor. Por lo que debemos ser conscientes que tanto los movimientos exagerados como el sedentarismo nos pueden conducir a tener lesiones, por un lado; y degeneraciones, por otro lado. Ambas conductas ocasionarán dolor con el tiempo. Todo lo cual debe ser evitado, teniendo actividades apropiadas y saludables. 

Foto de portada: https://acortar.link/hFPCIl