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Romel Francisco Ullilen Marcilla,Especialista en Ergonomía y Mejora de Procesos
Las elevadas cargas de trabajo con movimientos repetitivos en las líneas de producción provocan fatiga, aumentan los errores, deterioran la calidad de trabajo, contribuyen al agotamiento, el ausentismo y a la rotación del personal. Hemos observado estos problemas, pero durante años se ha hecho poco para mejorarlos. Además, la falta de personal, los costos por ausentismo y horas extras generando una situación no sostenible para la empresa.
Los esfuerzos simplistas por reducir costos mediante recortes presupuestales en especial para los estudios ergonómicos han aumentado la presión sobre los operarios para cumplir con las cuotas de producción. Después de años de restricciones presupuestarias y aumentos de la carga de trabajo asociados, los operarios están a punto de quiebre ya que la mayoría presenta dolores, disfunciones y/o enfermedades predominantemente osteomusculares.
Los esfuerzos por realizar constantes capacitaciones a los operarios no están ayudando. En realidad, incrementar la producción sólo puede lograrse aumentando los costos en la adquisición de nuevos equipos, agregando servicios de mantenimiento tanto preventivo como predictivo de máquinas, exprimiendo a los trabajadores a ser más “eficientes” (ejemplo: cuando se ha aumenta la velocidad de la máquina), ya que esta situación agravará el problema del exceso de carga de trabajo.
Actualmente, existen pocos métodos objetivos que puedan cuantificar la carga de trabajo de los operarios a nivel de las extremidades superiores. Algunas de las herramientas no se encuentran publicadas en la norma ISO y otras son cuestionables en su uso para jornadas de más de 8 horas. El desconocimiento o limitaciones de estas herramientas de apoyo explica en algo, por qué a los operarios se les pueden asignar más de 8 horas de trabajo, llegando a turnos de 12 horas.
- Gestión de la carga de los operarios:
La gestión de la carga de los operarios en la línea de producción es compleja y debe ir más allá de los enfoques de proporción: (cantidad producida en el turno)/(número de operarios), que se miden en las líneas de producción. Al desarrollar herramientas que puedan cuantificar las demandas físicas de los operarios en función del tiempo y el impacto en la calidad, se busca abordar factores críticos que contribuyen a analizar la carga de trabajo. Puede incluirse la forma de cómo se organizan los operarios en la línea, dimensiones del puesto de trabajo, la antropometría de los operarios, medición de la frecuencia cardiaca, %masa de grasa, edad de los operarios, duración del turno de trabajo, entre otros. Diversas industrias, actualmente, asignan una posición única a los operarios en la línea, ignorando los diferentes elementos de un sistema de trabajo, dejando a otros operarios sobrecargados y conduciendo a un problema de calidad y falta de recuperación, comprometiendo la salud de los trabajadores.
Un punto importante es comprender cuánto afectará la productividad del operario debido al trabajo adicional, producto de un incremento en el ritmo de producción de las líneas. Al hacer un análisis exhaustivo de cada uno de los movimientos del operario a nivel de las extremidades superiores, nos permite identificar que acciones manuales no agregan valor al proceso o son innecesarias, por ejemplo, acomodar los productos en la faja transportadora porque no salen ordenadas de la máquina. Razón por la cual en la actualidad, los ergónomos tenemos que proponer una adecuada utilización de las manos, sin afectar el rendimiento de las máquinas ni sobrecargar al trabajador para cumplir las cuotas de producción que exige el mercado.
El impacto de la elección del diseño del sistema de trabajo propuesto se puede simular en las líneas de producción. El estado actual del sistema se puede analizar para determinar la cantidad de movimientos o acciones que realiza el operario, utilización del tiempo de movimientos que no agregan valor al proceso, las distancia entre los elementos del trabajo y el operario, magnitud de fuerza que realiza el operario en cada acción, la existencia de un tiempo de recuperación, entre otros. Estos indicadores pueden explorarse en cualquier configuración futura en la línea.
- Uso de herramientas para evaluar la carga de trabajo:
Si bien las herramientas actuales no dan una solución general a los trastornos musculoesqueléticos, pueden dar información sobre las implicancias de la carga física o mental en los ciclos de trabajo, tal como por ejemplo que parte del cuerpo tiene mayor carga mecánica. No hay duda de la competencia de los operarios de adaptarse a las velocidades de las máquinas, siempre que haya suficiente tiempo para recuperarse en el turno. Sin embargo, este es un problema actual que requiere una toma de decisiones basada en la evidencia científica y evaluación financiera del impacto de la recuperación en la calidad y en la productividad. Esto destaca la necesidad de desarrollar enfoques de gestión en la medición de la carga de trabajo para dotar al personal de una adecuada y segura recuperación en los ciclos de trabajo.
- Enfoque participativo en el abordaje de la carga de trabajo:
Nuestra experiencia ha demostrado que la participación de los supervisores y operarios en los estudios de ergonomía, logrando identificar in situ, qué tareas tienen una carga biomecánica menor, a pesar de que el personal de alto mando lo identifica como riesgo mayor. Estos hallazgos contradictorios, ha resaltado la necesidad de que, como especialistas, ampliemos el análisis en partes del proceso que no fueron inicialmente identificados para efectuar el estudio ergonómico.
Cuando un operario tiene que realizar el encajonado de los productos, pero rota a otras tareas en su turno, hay la necesidad de hacer el seguimiento de estas tareas adicionales identificadas. Hacer estas mediciones, van a poder disminuir las demandas físicas incluso cuando la limitación del tiempo y las presiones psicológicas se acumulan debido al aumento de las demandas de producción.
- Reflexión:
Es posible que los formuladores de políticas o proyectos puedan ignorar los informes de ergonomía, ya que se vuelve más difícil mantener una postura de “simplemente seguir lo recomendado por el ergónomo”, sin embargo, se van a encontrar a una evidencia objetiva de que el incremento en la demanda no puede cubrirse con los recursos disponibles, debido a las quejas y molestias frecuentes por parte de los operarios. Por lo que se debe tener en cuenta que los estudios de ergonomía son un antídoto potencial contra la aversión de los trabajadores a los cambios necesarios.
No basta con decirle al personal “no estarás en la línea X, ahora rotaras a otra línea Y, donde hay una tarea de menor exigencia”; cuando esa rotación incluye más horas de exposición de movimientos repetitivos a otro operario en la línea X.
Es importante considerar todas las dimensiones implicadas en la carga de trabajo de los operarios. Sin una adecuada gestión de la carga de trabajo, no es conveniente seguir exigiendo a los operarios, pues encontraremos operarios insatisfechos, escasez de personal ineficiente y experimentado, rotación alta, entre otros. Conseguir estándares de trabajo adecuados, respaldados por una cuantificación de la carga de trabajo basada en evidencia, son una forma de empezar hacer ergonomía en las líneas de producción.