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Romel Francisco Ullilen Marcilla,Especialista en Ergonomía y Mejora de Procesos
Para la evaluación de los factores de riesgos asociados a los trastornos musculoesqueléticos (TME) en los entornos de trabajo, se requiere elegir adecuadamente el método. La elección del método puede tener un sustento idiosincrático y subjetivo. A menudo para evaluar diferentes tareas, preferimos métodos de aplicación rápida de manera voluntaria y consciente, siendo frecuente que la aplicación de los métodos pueda encontrarse fuera del contexto laboral. Al aplicarlo, algunos profesionales en ergonomía sustituyen el problema al que realmente se enfrentan por otro al cual su método elegido arbitrariamente pueda resolver.
El desarrollo de un método es un procedimiento realizado por un científico o grupos de científicos que percibió, sintió e intuyo sobre como convertir un problema complejo de TME con otro más simple, para poder resolverlo. Existe una tendencia en hacer que la realidad se ajuste a la teoría a desarrollar, por lo cual la sabiduría de estos científicos reside en adaptar su propia teoría a sus experiencias adquiridas. Inicialmente para desarrollar un método, el problema es “sacado” del contexto laboral en el que se encuentra, siendo trasladado a los laboratorios para su análisis. Luego, el método debe ser devuelto para su uso en el contexto laboral, debiendo ser de gran utilidad para los ergónomos.
Los eficientes tomadores de decisiones no están apegados a la "consistencia" de un mismo método. Frecuentemente en las organizaciones, cuando las cosas resultan tal como pensamos, tendemos a sobreestimar nuestra capacidad de predecir y controlar; de esta manera, tendemos a creer que un método no solo es una herramienta, sino que también es capaz de gestionar la prevención de los TME de forma integral y efectiva en la empresa.
- Limitaciones del método de evaluación:
El enfoque de las evaluaciones ergonómicas apunta a integrar distintos criterios tales como biomecánicos, fisiológicos, organizacionales, cognitivos, entre otros, por lo que no podemos aislar un método de otros. Hay que tener cuidado, ya que no se trata de sumar "métodos" para ver cuánta "exposición total" a los factores de riesgo hay en el lugar de trabajo; además que, la exposición a los factores de riesgo no es algo que se pueda eliminar rápidamente. Reducir la exposición es algo que debemos buscar constantemente.
El problema de un método no es que se pueda calcular fácilmente, sino que detrás de éste, puede esconderse un límite inevitablemente arbitrario (punto de corte), si la tarea es o no peligrosa o pesada, entre otros. A menudo nos fijamos en este valor límite, pudiendo obtener soluciones demasiados fáciles y que cortan de raíz nuestro pensamiento creativo de poder rediseñar los puestos de trabajo, limitándonos a recomendaciones como reemplazar el trabajo manual por máquinas o implementar exoesqueletos. Cabe señalar que ni la literatura científica ni las normas sobre el método son completamente precisas y ordenadas acerca de la comprensión de una situación compleja en la realidad cotidiana.
Escuchamos frases tales como: "los datos para el uso del método son pésimos, pero es todo lo que tenemos", “los datos erróneos son peores que la falta de datos ", desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a ver la calidad solo mediante la cantidad, pero no vemos que se requiere una interpretación metodológica para darle calidad. Nuestro interés de calcular el nivel de riesgo de forma rápida puede conducirnos a inventar datos. Ahí radica el problema, o al menos uno de ellos.
Los números difícilmente pueden evaluar algo en absoluto, precisamente porque no se relaciona con valores, principios, virtudes o cualidades. Incluso si buscamos evaluar 'el cuidado de la salud de los trabajadores’ como valor, éste no se encuentra en ninguna parte de la aplicación del método. El objetivo es reducir la exposición de los trabajadores al factor de riesgo presente y en el puesto.
- La importancia de las variables del método de evaluación:
Cuando calculamos la puntuación final de un factor de riesgo, el ergónomo debe hacer una adecuada interpretación de las variables utilizadas en el método para el rediseño de los puestos. La elección de la herramienta adecuada debe permitir encontrar soluciones factibles y creativas. Por ejemplo, la aplicación de un método de movimientos repetitivos en el cual una de las variables es el número de acciones por minuto, obteniéndose la misma puntuación para más de 20 movimientos por minuto, en este caso, no permitirá al ergónomo plantear una contramedida en el rediseño del puesto de trabajo.
Sin embargo, empleando otro método que utiliza una función matemática para la cantidad de acciones por minuto, asignando un valor para cada número de acciones por minuto, permitirá dar una mejor orientación a nivel de sus recomendaciones, como eliminar acciones innecesarias del trabajador para disminuir el riesgo.
Hay que tener en cuenta que las cifras son importantes, pudiendo éstas ser abordadas de manera diferente si se trata del hemisferio izquierdo o derecho del cerebro. En el caso del hemisferio izquierdo, son consideradas entidades abstractas, de igual calidad y adinámicas; mientras que, en el hemisferio derecho, pueden verse como parte de relaciones dinámicas. Es así como en lo que concierne a las acciones técnicas (movimientos de las manos) en un ciclo de trabajo y la calidad del movimiento, surgen de la naturaleza relacional de los números y sus proporciones. Las acciones o movimientos son inherentes al ritmo de trabajo impuesto por las máquinas, por ejemplo, algo tan simple como aumentar el doble de la velocidad de la máquina o retirar a un operario de la línea cambia al doble las acciones por minuto y modifica por completo la calidad del movimiento.
- Beneficios del método de evaluación:
El método de evaluación es útil para orientarnos y ayudarnos a comprender mejor el sistema de trabajo, permitiéndonos rediseñar puestos de trabajo. Un método puede ayudarnos a comprender las interacciones entre el trabajador y los diferentes elementos de trabajo, evitando hacer suposiciones.
Gracias a los científicos y diferentes entidades e institutos de salud, se va llenando un tanque de almacenamiento con diferentes herramientas de evaluación de riesgo de TME, del cual pasa al surtidor para que el ergónomo conecte la manguera al tanque de su vehículo, permitiéndole disponer de estas herramientas de evaluación para contribuir a la solución de los problemas de TME.
Reflexión:
El método es necesario. El problema surge cuando el profesional de ergonomía piensa que el método resolverá todo el problema. Por un lado, existen profesionales interesados en la aplicación de los métodos de evaluación y, por otro lado, los que buscan comprender el trabajo sin emplear métodos analíticos. Desde mi punto de vista, cuando partimos primero por comprender el trabajo, somos más conscientes en la elección del método de evaluación más apropiado. Por tanto, se requiere pasar por la compresión del trabajo a fin de seleccionar adecuadamente los métodos que permitan rediseñar puestos de trabajos según la realidad de cada empresa.